lunes, 15 de febrero de 2010


 
 
Cómo estás? La noche no te hizo mejor que a mí...
No estás para hablar, no estás para un día más,
no estás para pedalear, ni siquiera imaginar.
-Yo estoy bien, anoche tomé un poquitito más
de lo que suelo hacer, pero es que amaneció
y en el cielo sus ojos vi, apuntando directo a mí.



Mirando estoy, a veces me toca el silencio total
colgado de la hoja más alta del árbol que sé imaginar
porque hay cosas que sangran por dentro y nadie las puede notar
y me acuesto en la cama que un día la ropa te supe robar.

Si percibo en la luna esa luz eterna
que reza tu nombre y convida el sabor
quiero amanecer; que mañana no soy, si no tuve tu ayeR...






 
 
 
 
 
 
 
 
 
Voy pensando en que no hace ni un año
y las cosas ya no son igual
las disculpas no cuesta aceptarlas,
me cuesta saber perdonaR